Tenemos nuestro primer contacto con el atractivo resideño de 3DS, que ofrece unas pantallas un 90% más grandes y una duración de la batería que prácticamente se duplica.
El pasado 22 de junio Nintendo anunció un nuevo modelo de su última portátil: Nintendo 3DS XL. La primera revisión que recibe la consola desde que fuera lanzada al mercado el 25 de marzo de 2011. Que llegaría un nuevo modelo de 3DS es algo que no sorprendió a nadie a poco que sigas la actualidad de este mundillo y más concretamente el de las portátiles de Nintendo, que reciben numerosos rediseños y nuevos modelos con el paso de los años. Pero lo que quizás sí pilló por sorpresa fue el enfoque de esta nueva versión.
En vez de apostar por añadir un segundo stick, como muchos esperábamos, la nueva 3DS trae como mayor baza y atractivo dos pantallas mucho más amplias que en el modelo original, concretamente un 90% más grandes, con 4,88 pulgadas en la superior, la 3D, y 4,18 en la inferior, la táctil (las del primer modelo eran de 3,53 y 3,02 pulgadas respectivamente). Este es el gran cambio y reclamo, pero hoy tras haberla podido probar en profundidad hemos descubierto otras ventajas, que la van a hacer mucho más apetecible para los que no tienen todavía 3DS aunque también para los que ya tienen una, ya que las mejoras no son pequeñas.
Lo primero que llama la atención al coger Nintendo 3DS XL es evidentemente las nuevas pantallas, en especial la superior que es en la que se mueven casi todos los juegos, quedando la táctil para cosas secundarias excepto en algunos títulos. Hemos jugado primero a Super Mario 3D Land y nos ha encantado como luce en esta pantalla de 4,88 pulgadas. Teníamos el primer modelo al lado con el mismo juego y la diferencia era abismal, una vez que pruebas el modelo XL cuesta volver al normal. Este juego se veía más nítido, con colores más vivos, y en el nuevo tamaño de pantalla se ve y se juega genial.
Con esta nueva pantalla al ser más grande es más fácil captar rápidamente el efecto 3D y más difícil perderlo, con esos pequeños movimientos o vaivenes de la consola que antes nos podían hacer perder el efecto durante unos segundos, ahora es más improbable que suceda. Eso sí, con los juegos que la hemos podido probar no hemos percibido mejoras en el efecto 3D en sí, como que tenga mayor sensación de profundidad o algo parecido, simplemente que la pantalla al ser más grande beneficia que lo captemos mejor y no se pierda tan fácilmente.
La barra que regula el efecto en el lado derecho de la consola ha recibido una peculiar modificación, y antes de apagarlo por completo hay un tope, como un click, y tenemos que ejercer un poco de fuerza para desactivar el efecto 3D del todo. Junto a este cambio también desaparece el icono 3D que se ilumina en verde cuando hay efecto 3D disponible en el modelo normal.
Las nuevas pantallas más grandes son fantásticas como hemos dicho, y no se repite esa pixelación que se producía en Nintendo DSi XL respecto a los modelos de menor tamaño de Nintendo DS. No sabemos cómo lo han hecho, y ya sabéis que Nintendo nunca da demasiados detalles sobre el hardware de sus consolas, pero simplemente la imagen se ve más grande, sin ningún tipo de pérdida de calidad en la imagen, ni distorsión ni pixelación. Incluso la hemos probado con juegos de la anterior portátil, Nintendo DS, y se ven genial, solo con unas pequeñas barras negras en los laterales de la pantalla superior, lógicos para mantener la relación de aspecto de esa pantalla, que en 3DS es panorámica
En vez de apostar por añadir un segundo stick, como muchos esperábamos, la nueva 3DS trae como mayor baza y atractivo dos pantallas mucho más amplias que en el modelo original, concretamente un 90% más grandes, con 4,88 pulgadas en la superior, la 3D, y 4,18 en la inferior, la táctil (las del primer modelo eran de 3,53 y 3,02 pulgadas respectivamente). Este es el gran cambio y reclamo, pero hoy tras haberla podido probar en profundidad hemos descubierto otras ventajas, que la van a hacer mucho más apetecible para los que no tienen todavía 3DS aunque también para los que ya tienen una, ya que las mejoras no son pequeñas.
Dos pantallas espectaculares
Lo primero que llama la atención al coger Nintendo 3DS XL es evidentemente las nuevas pantallas, en especial la superior que es en la que se mueven casi todos los juegos, quedando la táctil para cosas secundarias excepto en algunos títulos. Hemos jugado primero a Super Mario 3D Land y nos ha encantado como luce en esta pantalla de 4,88 pulgadas. Teníamos el primer modelo al lado con el mismo juego y la diferencia era abismal, una vez que pruebas el modelo XL cuesta volver al normal. Este juego se veía más nítido, con colores más vivos, y en el nuevo tamaño de pantalla se ve y se juega genial.
Con esta nueva pantalla al ser más grande es más fácil captar rápidamente el efecto 3D y más difícil perderlo, con esos pequeños movimientos o vaivenes de la consola que antes nos podían hacer perder el efecto durante unos segundos, ahora es más improbable que suceda. Eso sí, con los juegos que la hemos podido probar no hemos percibido mejoras en el efecto 3D en sí, como que tenga mayor sensación de profundidad o algo parecido, simplemente que la pantalla al ser más grande beneficia que lo captemos mejor y no se pierda tan fácilmente.
La barra que regula el efecto en el lado derecho de la consola ha recibido una peculiar modificación, y antes de apagarlo por completo hay un tope, como un click, y tenemos que ejercer un poco de fuerza para desactivar el efecto 3D del todo. Junto a este cambio también desaparece el icono 3D que se ilumina en verde cuando hay efecto 3D disponible en el modelo normal.
Las nuevas pantallas más grandes son fantásticas como hemos dicho, y no se repite esa pixelación que se producía en Nintendo DSi XL respecto a los modelos de menor tamaño de Nintendo DS. No sabemos cómo lo han hecho, y ya sabéis que Nintendo nunca da demasiados detalles sobre el hardware de sus consolas, pero simplemente la imagen se ve más grande, sin ningún tipo de pérdida de calidad en la imagen, ni distorsión ni pixelación. Incluso la hemos probado con juegos de la anterior portátil, Nintendo DS, y se ven genial, solo con unas pequeñas barras negras en los laterales de la pantalla superior, lógicos para mantener la relación de aspecto de esa pantalla, que en 3DS es panorámica
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